Nuestra pretensiones más urgentes son:
Acercar la justicia al justiciable. Intentar
mejorar dentro de nuestras posibilidades la opinión que existe en la
sociedad sobre la justicia, dotando nuestras actuaciones de cierto calor
humano y del mayor conocimiento y preparación jurídica posible. (No
debemos olvidar que los Jueces de Paz, y los Secretarios de menos de
7.000 habitantes, son "legos" en la materia). Elevar la autoestima de sus componentes y exigir la máxima de las consideraciones para sus miembros. En
la primera de estas prioridades cabe destacar la función principal del
Juez que no conviene olvidar: "Juzgar y ejecutar lo Juzgado ".
Aquí
somos inflexibles. Si hablamos de Jueces, deben juzgar aquellos asuntos
que por ley sean de su competencia, pues las pequeñas cuestiones sin
son desoídas pueden llegar a generar grandes desavenencias.
Puede
y debe conciliar, tanto en la vía Civil como en la Penal en aquellas
materias de su competencia, siempre que las partes se avengan y existan
acuerdos tácitos o puntuales, quedando constancia por escrito de
aquellas conciliaciones llevadas a cabo.
Como desarrollo del
punto segundo debemos tener en consideración que precisamente por
radicar los Juzgados de Paz por regla general en pequeñas poblaciones y
ser hoy por hoy el órgano judicial con mayor implantación en el Estado
(pues en todas aquellas poblaciones en que no hay Juzgado de Primera
Instancia e Instrucción, hay uno de Paz) la imagen que el Juzgado de Paz
ofrezca al ciudadano, será a la larga, posiblemente, la que les ofrezca
la JUSTICIA en general. Por ello debemos conseguir que se dote a los
Jueces y Secretarios de la adecuada formación para que ésta revierta al
ciudadano usuario de los mismos.
Para llevar a cabo la alta
responsabilidad de impartir justicia, debemos partir de la propia
consideración de que debe estar investida la Justicia de Paz;
consideración tanto hacia las personas que desempeñan sus funciones como
a la función de ésta en sí, y que pudiera comenzar por la misma
elección del Juez de Paz, cuya propuesta debe acordarse por unanimidad
del Pleno del Ayuntamiento, y de no lograrse, por votación popular. (La
Justicia emana del pueblo).
De esta forma se evitaría que
ejerciera el cargo un ciudadano por el mero hecho de ser afín al partido
gobernante, anteponiéndolo a otras personas que podrían prestar un
mejor servicio a la justicia y por consiguiente al resto de la sociedad.
Por
otro lado, insistimos en la necesidad de mejorar la dotación de los
recursos para llevar a cabo estos fines, tanto en lo que se refiere a la
dotación de medios materiales, como a la mejora de las retribuciones de
Jueces y Secretarios y a una ubicación de estos órganos en lugares que
cumplan los requisitos de locales de pública concurrencia.
Afortunadamente, cada día son menos los Juzgados ubicados en locales
indignos.
En la defensa de sus asociados la Asociación ha
elaborado un Reglamento de Asesoría y Defensa Jurídica con el objetivo,
valga la redundancia, de asesorar a aquellos asociados que demanden sus
servicios y defenderlos en los "litigios" en que se vean involucrados
por razón de su cargo, salvo aquéllos que lo sean por la comisión de
hechos delictivos.
Las relaciones con los Entes Locales, con los
que estamos tan unidos por la Ley de Demarcación y Planta Judicial,
tratamos de estrecharlas mediante la celebración de Asambleas rotatorias
por los diferentes municipios que lo solicitan.
Estamos
revestidos de una gran paciencia y constancia para llevar a cabo las
solicitudes y gestiones necesarias ante la Administración y en esta
línea esperamos conseguir logros que nos lleven a una mejora de la
Administración de Justicia y por consiguiente a una mejora de la
sociedad.
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