Los cerca de 60 niños
minusválidos internos el Hospital Pedro
Aguirre Cerda no sólo tienen que luchar
diariamente con sus enfermedades, que muchas veces
los mantienen postrados por largas temporadas.
También, una vez finalizados sus tratamientos,
enfrentan problemas de integración en los
colegios ya que se atrasan en las materias.
El tema siempre preocupó a la administración
del recinto, el único hospital público
de Chile dedicado íntegramente a la rehabilitación
de los niños. Pero el tema recién
se resolvió este año, cuando la
fundación Carolina Labra ofreció
un programa piloto de apoyo escolar en el centro
asistencial.
La directora del P.A.C., doctora Patricia Méndez
aceptó de inmediato y desde marzo, tres
profesores de educación básica y
un voluntario, realizan clases en el lugar. Los
tíos, como les llaman cariñosamente
sus alumnos, apoyan a aquellos niños que
interrumpen parcialmente sus estudios para someterse
a tratamientos, que a veces se prolongan por meses
y les hacen peligrar su año escolar.
La experiencia ha sido tan exitosa, que la fundación
ya está en avanzadas conversaciones con
el Ministerio de Educación para validar
la enseñanza en los hospitales y aceptar
los exámenes libres que los menores rendirán
a fin de año.
Teletón pública
El hospital P.A.C. nació en la década
del `50, como una manera de enfrentar la epidemia
de poliomelitis que por esos días azotaba
al país.
Con el tiempo, el mal fue controlado, pero quedó
un número importante de menores con otras
patologías discapacitantes.
"En este momento, alrededor del 60 por ciento
de nuestros pacientes son niños con parálisis
cerebral, o sea con daños provocados por
cualquier causa, ya sea en el embarazo, en el
parto o durante los primeros años de vida.
También se atienden niños con malformaciones
congénitas, amputaciones, accidentes de
tránsito y asfixia por inmersión,
entre otros" explica la doctora Méndez.
Los pacientes son derivados, mediante una interconsulta,
de distintos centros asistenciales de todo Chile
y, después del diagnóstico de los
especialistas de la institución, se internan
por el período que lo requieran.
En el lugar, reciben una atención integral
de medicina física y rehabilitación,
similar a la que entrega la Teletón. Entre
los servicios, se cuenta la kinesioterapia, terapia
ocupacional, fonoaudiología, psicología
y enfermería y nutrición y fisiatría.
Los últimos meses, la educación
se ha integrado como parte fundamental de la recuperación
de aquellos menores que están en condiciones
de seguir las clases.
Actualmente, el hospital tiene 56 niños
internos, de cero a 18 años, y registra
cerca de cinco mil pacientes con constantes consultas
ambulatorias.
Si bien su infraestructura no es muy funcional,
ya que todas las secciones están separadas
por un amplio patio y hay que trasladarse a los
niños a la intemperie desde un lugar a
otro, cuenta con una implementación bastante
completa para atender a los niños.
El esfuerzo de los profesores se centra en aquellos
menores hospitalizados, en condiciones de mantener
su aprendizaje.
"La educación es como la única
herramienta que tienen para salir adelante. Es
difícil trabajar si uno no tiene educación,
cuando se trata de un discapacitado y más
encima, sin formación académica,
es casi imposible" señala la directora
del servicio y agrega "hay que perder la
actitud de lástima o conmiseración
que existía hacia los discapacitados.
Ellos tienen el mismo derecho y la misma capacidad
de educarse y de recibir formación que
les permitan trabajar".
|
AULAS
POR LEY |
Según explicó
la directora de la fundación, Teresa
Riquelme, las clases que ellos están
brindando en los hospitales Pedro Aguirre
Cerda y el San Borja Arriarán ha sido
muy bien evaluadas tanto por los profesores
participantes como por los médicos,
que las asumen como un complemento a la terapia
de integración.
Por este motivo, el Comité Técnico
de Educación Especial la recogió
como ejemplo para incluirla en una propuesta
tendiente a que las instituciones públicas
y privadas cumplan con la Ley de Discapacidad,
que garantiza el acceso a la educación
para todos.
"Los niños hospitalizados,
ya sea por enfermedades o accidentes y sin
importar el tiempo de permanencia en el
hospital, sufren en cierta medida de discapacidad,
ya que no están en condiciones de
valerse por ellos mismos". Dentro de
esta dinámica, se solicitará
al Presidente Eduardo Frei la creación
de una ley especial que ordene la construcción
de aulas en hospitales de niños.
La idea se está afinando y durante
diciembre, será entregada al Ejecutivo.
En el trabajo directo con el P.A.C., se
pretende ampliar el apoyo escolar de primero
a cuarto medio y educación parvularia.
También, si los recursos alcanzan
y se completa un equipo de voluntarios,
el próximo año, los niños
del hospital Roberto del Río también
tendrán profesores en sus salas de
hospitalización. |
|