SANTIAGO
26 de Octubre de 2001
EDUCACIÓN:

Los Niños Hospitalizados Van Al Colegio

La pedagogía hospitalaria ofrece una oportunidad de desarrollo a niños enfermos graves.
Por Cristián M. González S.
Diario El Mercurio

Karen (8) y Óscar (14) son compañeros de curso, pese a la diferencia de edad. Lo que sucede es que ambos comparten el hecho de estar internados en el mismo hospital. Pero más allá de su condición de pacientes, lo importante es que no han perdido la de alumnos, ya que ambos asisten a la escuela hospitalaria que funciona en el Hospital San Borja Arriarán, en Santiago. El lugar es una de las tres escuelas dependientes de la Fundación Carolina Labra Riquelme, entidad creada en 1998 con el propósito de acercar la educación a los niños hospitalizados. Su labor también se extiende a aquellos menores que ya han sido dados de alta, pero que tampoco pueden ir a clases porque sus tratamientos les impiden asistir regularmente o porque, debido a su enfermedad, los colegios no están preparados para atenderlos. La fundación enmarca su trabajo en la llamada pedagogía hospitalaria, un concepto educativo relativamente reciente en el país, pero con un gran desarrollo en Europa. "Ésta nace como una manera de prevenir y evitar la marginación del proceso educativo de los niños hospitalizados", explica Olga Lizasoain, profesora de la Universidad de Navarra, España, invitada a la III Jornada sobre Pedagogía Hospitalaria, que se inicia hoy en el Auditorio de la Fundación Telefónica. En España, una de las naciones que están a la vanguardia en este tema, en 1982 se promulgó una ley que regula el tema de la atención pedagógica del niño hospitalizado. En la actualidad "hay alrededor de 200 maestros trabajando en casi similar número de aulas hospitalarias en toda España", precisa Lizasoain. En Chile el número es mucho menor. A nivel de hospitales públicos, existen diez en Santiago y cinco en regiones. Para promover su desarrollo este año fue creada la Corporación Educacional para el Desarrollo de las Aulas Hospitalarias, cuya presidenta es Sylvia Riquelme, quien ostenta el mismo cargo en la Fundación Carolina Labra. "Este tema ha tomado un auge increíble, porque estos niños tienen la necesidad de seguir con una vida normal", explica. Cuestión de equidad La pedagogía hospitalaria plantea la importancia de la actividad pedagógica - como complemento de la acción médica- para prevenir los posibles efectos negativos que puede originar la hospitalización en el menor. Como explica Olga Lizasoain, se trata de cuatro grandes impactos: físico, psicológico (ansiedad y miedo), educativo (pierde clases) y social (se aleja de la familia y las amistades). Alejandra Torres, coordinadora de la Fundación Carolina Labra, explica que "la vida de un niño gira en torno a sus actividades cotidianas y éstas son la casa y el colegio. Son sus instancias de sociabilización. Un niño enfermo pierde estos contactos, pero el aula hospitalaria lo devuelve a una situación de normalidad". Así, no sólo se consigue la continuidad del proceso educativo, sino que también el niño tiene la oportunidad de compartir con sus pares, lo que constituye una instancia de apoyo social y sicológico fundamental para su recuperación. Un estudio realizado en España demostró que la ayuda psiquiátrica y el tiempo promedio de hospitalización aumentaron significativamente cuando los niños fueron privados durante cinco meses de estas aulas hospitalarias. Otro ejemplo: el caso de un niño chileno con cáncer que dejó de vomitar después de las quimioterapias porque, de lo contrario, no podía asistir a clases. Las aulas hospitalarias se caracterizan por la flexibilidad y adaptación a las necesidades de su "alumnado". Así, dependiendo de la movilidad de los niños, las actividades educativas se desarrollan en una sala o en las habitaciones. Y como su objetivo es facilitar la reincorporación del niño al colegio una vez que ha recibido el alta médica, las escuelas chilenas cuentan con el reconocimiento del Ministerio de Educación. Esto significa que cuentan con un currículum académico válido y que pueden promover de curso a los niños. Para que esto funcione se requiere la coordinación con los colegios de origen, cuando es posible. Éstos deben enviar las materias que están pasando para que los niños hospitalizados puedan trabajar a la par con sus compañeros de curso. Porque como precisan en la Fundación Carolina Labra, "se trata de una cuestión de equidad. No porque el niño esté hospitalizado no tiene derecho a la educación, y ésta debe ser tan buena como afuera". Capacitación profesional Una de las principales actividades que se realizarán en la III Jornada sobre Pedagogía Hospitalaria - que se inicia hoy y termina el sábado- es la firma de un acuerdo de cooperación entre la Corporación Educacional para el Desarrollo de las Aulas Hospitalarias chilenas y la Organización de Pedagogos Hospitalarios de Europa (HOPE), cuyo presidente es el belga Christian Lieutenant, invitado a la jornada. Lo anterior debido a la necesidad de contar con profesionales especializados en esta área. "El profesor no está en su medio; tiene que trabajar con el personal de salud, con niños con diferentes problemáticas sobre las cuales debe estar en conocimiento para saber cómo abordar el proceso de enseñanza", explica Marcela Dedios, de la Fundación Carolina Labra. A futuro, el propósito es incorporar cursos de especialización en pedagogía hospitalaria en las universidades chilenas. "Muchos profesores aún ignoran que existe esta forma de ejercer la labor educativa".

EN INTERNET
Organización de Pedagogos Hospitalarios de Europa www.connect-to-hope.org
Fundación Carolina Labra
www.fundacioncarolinalabra.cl